domingo, 2 de junio de 2013

Mi mesa imperfecta

Sabía que estaban, no tenía muy claro dónde pero... ¡las encontré! Acá están las fotos que saqué del paso a paso cuando patiné la mesa de apoyo que tenemos en el living.

Me la regaló mi hermana Lu y enseguida le encontramos un lugar al lado de la ventana. Fue ya hace un tiempo, meses después de que nos casamos.

No sé cómo habrá sido la de ustedes, pero en nuestra primera mudanza hubo pocos muebles. Se contaban con los dedos de una mano: cama, mesas de luz, juego de comedor y pará de contar. Después fueron llegando de a poco, los encontramos en Mercado Libre, en una ruta, en el Mercado de Pulgas de Dorrego, en una fábrica que encontró #marido googleando, y así fuimos armando los ambientes de nuestra primera casa.
  
La mesa es de madera muy sencilla. Es más, creo que la tapa es aglomerado, pero a mí me gusta mucho. Una vez me preguntaron si la habíamos comprado en el Mercado de las Pulgas y ahí mi ego hizo fiummm para arriba, pero dije la verdad.

Al principio la dejé en crudo, como venía, al lado del sillón. Pero sabía que era temporario, y un día puse manos a la obra.

Pura improvisación

Para la base usé un acrílico/convertidor blanco, porque era lo que tenía en casa. Para darle color usé un barniz al agua "verde cromo pálido" porque no sabía bien con qué tenía que pintarla, y seguí la recomendación de la vendedora que me atendió ese día cuando fui a preguntar. Cuando lo estaba haciendo me di cuenta de que debería haber usado acrílico u otra pintura para cubrir el blanco, porque el barniz lo dejaba translucir y mi idea original había sido tapar el color de base.





Hasta acá me había quedado un verde agua que no me convencía, así que decidí darle otra mano y quedó así, demasiado verde para mi gusto.
 
 
Entonces salió el betún de judea a la cancha, para añejarla un poco, pero antes también le pasé una lija fina para ir gastando los bordes.

 
Y así fue que quedó nuestra mesita imperfecta.
 
No tenía mucha idea, pero lo logré.
 
El año pasado nos mudamos al departamento donde vivimos ahora. Es muy luminoso y la mesa también está al lado de la ventana. El sol fue haciendo lo suyo, gastando el color, y el efecto hace que me guste más que al principio. Es notoria la diferencia entre la tapa y las patas que no reciben la luz con la misma intensidad.
 
Espero que les haya gustado este paso a paso.
 
Besos y buena semana.
Juli

2 comentarios:

  1. Que linda la mesa, me gustaría comprarla. Cuanto cuesta la mesa y el trabajo de la restauradora? Saludos.
    El comentarista anónimo.

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  2. Jajaja muchas gracias Sr. comentarista anónimo! pero su consulta me suena a chiste :P
    Vuelva cuando guste.

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